jueves, 21 de diciembre de 2006

Cabezones en Obras - Sábado 16 de diciembre

"Un guerrero de la luz"
Por Lucas.

Afuera mucho calor. Adentro el triple. La noche del sábado 16 de diciembre marcó el debut de Cabezones en Obras y el regreso de César Andino a los escenarios, luego de aquel accidente en coche junto a Gabriel Ruiz Díaz (bajista de Catupecu Machu) allá por fines de marzo de este año.
Además de la emoción que había en el ambiente por la vuelta del cantante, la banda ofreció un recital potentísimo y perfecto, a puro rock, donde no hubo absolutamente ningún problema de sonido. Apoyado en un bastón, Cesar Andino dio comienzo al magnífico show.
La primera en sonar fue "Vertiente" y todos cantaron esa parte del primer párrafo: "Y la vuelta es inmensa, es eterna. Déjate llevar". Le siguieron "Cada secreto", "Planear", "Mírame", "Inmóvil", "El vientre", "Abismo" y "Mi camino es ningún lugar".
Luego de las palabras de agradecimiento hacia el público y la banda (a quienes señaló como "hermanos"), Cesar Andino presentó al primer invitado de la noche. Ricardo Mollo se sumó para tocar la guitarra en "Lejos es no estar" y el público, que llenó el estadio, enloqueció por completo mientras subía la temperatura y algunos se abanicaban con cualquier cosa que tuvieran a mano.
El calor ya resultaba insoportable. Cansado de estar parado, Andino pidió que le traigan el sillón, que lo acompañó en gran parte de la noche, para sentarse y cantar "Frágil", "A tus pies" y "Mi pequeña infinidad" mezclada con "Where the streets have no name" de U2. En esos momentos en que César recurría al sillón en lugar de poder moverse por el escenario, Esteban Serniotti (primera guitarra de la banda) se arrodillaba a su lado y tocaba junto al cantante, lo que demostró una verdadera hermandad y un gran apoyo entre ellos. "Van a tener que saltar por mí", le pidió César a la audiencia.
La lista continuó con "Lunes", "Sendero cerebral", "Frío", "Globo", "Sueles dejarme sólo" de Soda Stereo, "Hombre paranoico" y "Lullaby" de The Cure.
De la nada y sin presentación apareció Fernando Ruiz Díaz, de Catupecu Machu, para cantar "Silencia" y pegarle al final una parte de "Eso vive". Comenzaron los gritos y el apoyo hacia Gabriel y, emocionado, Fernando agradeció y pidió aplausos para César al que definió como "un guerrero de la luz".
La noche ya era perfecta y no se podía pedir más. Sin embargo, como una devolución de gentilezas cuando Esteban Serniotti tocó la guitarra en el último Pepsi Music junto a la banda, aparecieron en escena el resto de los Catupecu Machu, incluido Zeta Bosio en el bajo. Las impecables voces de César y Fernando se mezclaron con las del público para entonar "Pasajero en extinción".
De vuelta solos, tocaron "Vacio" y pusieron el supuesto final del show. Pero faltaban los bises que llegaron de la mano de "Ella se olvidó de mí" y el cierre definitivo con "Alud". Aunque estaba anunciada, no tocaron "Irte".
Cuando el grupo abandonaba el escenario, Fernando irrumpió para hacerles entrega de las placas que consagraron a Bienvenidos como DVD de oro. Al salir del estadio, la tormenta se adueñó de Capital y a la mayoría le sirvió para amenguar el fuego de una noche a puro calor.

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