El Bordo en la Cancha Auxiliar de Ferro - Sábado 22 de diciembre

Un grito en el viento
Por Lucas.

Muchos de los jóvenes que llegaban a Ferro a las 18 se encontraban con que antes que El Bordo tocaban otras bandas como Perro Ciego (Salta), El Mendigo, Hereford (Uruguay) y La Covacha. Así que la espera se hacía más larga, teniendo en cuenta que este show debería haberse hecho el 24 de noviembre pero se reprogramó por problemas surgidos en la parte organizativa.
Mientras el público buscaba su lugar en la cancha auxiliar del estadio del barrio porteño de Caballito; la temperatura que descendía, el viento que soplaba cada vez más fuerte y la Luna llena que brillaba detrás del escenario le iban dando a la tarde de verano un marco imponente.
Pasadas las 20.30, los primeros acordes de El regreso pusieron a saltar a la gente y aquellos desprevenidos que no habían ido con un buzo o campera comenzaban a olvidarse del frío. La voz rasposa de Ale Kurz (que por momentos exagera tanto con los gritos, al punto de parecer un hincha de fútbol en la popular) anunciaba el comienzo de una noche larga a puro rock.
Como la excusa era la presentación oficial de Yacanto, la banda oriunda de Villa Crespo tocó los temas del nuevo disco. También, repasaron sus tres anteriores álbunes de la mano de canciones como Los perdidos, Quiero ver, Chapita y las radiales En la vereda y Silbando una ilusión.
A lo largo del recital no faltaron los agradecimientos hacia sus seguidores, La Renga y Los Piojos y un pasado de factura dirigido a los culpables de reprogramar el show (que solamente fueron tildados como "los organizadores", sin dar nombres y apellidos) y hasta hubo tiempo para ver un Papá Noel que arrojaba remeras hacia el público.
De la misma forma en que termina Yacanto, el cierre del concierto fue con El silencio del caos infernal.
Al igual que los chicos que quieren crecer rápido y sin dejar de mencionar que son una de las revelaciones del año (pese a ya tener casi 10 años en carrera), El Bordo tuvo su merecida fiesta en Ferro luego de un 2007 que los llevó a colmar en varias oportunidades el Teatro de Flores y que les propició un claro desarrollo y mejora musical.