A 30 años de la muerte de Keith Moon

“He played like he had 8 fucking arms”, así definió Adam Sandler a Keith Moon cuando los Who fueron homenajeados por el canal musical VH1. El baterista reunía cualidades únicas que lo llevaron a ser el mejor en su posición: velocidad, potencia, calidad y locura.

Moon era el niño bromista e incontrolable dentro del grupo. Cuando la banda no estaba tocando, el baterista era propenso a sumarse a cualquier fiesta que incluyera alcohol o a destruir habitaciones en los hoteles.
Pero arriba del escenario era el encargado de destruir la batería. Metafórica y literalmente. Con su virtuosismo lograba que sus compañeros intentaran seguirle el ritmo violento con el que finalmente se identifica a The Who (en este video la batería de Moon sube su volumen y velocidad y Daltrey se tienta mientras hacen Anyway, Anyhow, Anywhere, ¡es imperdible!).

Fue la inspiración que Joey Ramone necesitó para arrancar su carrera musical. Sacó su propio disco de versiones pop a comienzo de los 70. Se ganó la amistad y el respeto de los Rolling Stones y los Beatles.
También tenía su devoción por la actuación. Además de participar en la película de Frank Zappa 200 Motels, Moon interpretó al horrendo Uncle Ernie en Tommy, donde abusaba de su sobrino sordo, mudo y ciego.

Murió muy joven, a los 32 años, a causa de una sobredosis de pastillas que consumía para dejar su adicción a la bebida. Su muerte y la de John Bonham (en 1980) terminaron con una generación de bateristas que vislumbraban y daban cátedra en cada oportunidad.
Aun a tres décadas de su desaparición, Moon sigue siendo recordado por sus amigos y seguidores. “Con las muertes de Jimi (Hendrix), Janis (Joplin), Brian (Jones) y Keith (Moon) ustedes lograron tener a sus malditas leyendas, pero yo perdí más que eso, perdí a mis amigos”, dijo Townshend en una entrevista. Su lugar en los Who fue ocupado por Kenny Jones y en la actualidad por Zak Starkey (hijo de su amigo Ringo). Sin embargo, nadie ha podido asemejarse al sonido salvaje con el que Moon transformó al conjunto británico en una locomotora musical que arrasaba con todo en su camino.