"Sokol era un excelente cantante", eso respondí, con una mezcla de tristeza y enojo, cuando alguien me dijo que su partida no es una pérdida importante para el rock nacional.
Junto a Las Pelotas, cuando el Bocha se ausentaba del escenario el clima no era el mismo. Ni mejor ni peor: distinto. Sokol aportaba alegría, carisma y era el encargado de arengar al público pelotero en cada presentación.
Canciones como Bombachitas rosas, Hola, qué tal? o Día feliz jamás volvieron ni volverán a sonar igual desde su alejamiento del grupo.
Tuve la oportunidad de verlos en varias ocasiones –y a Alejandro cantar Ala delta con Divididos en el Pepsi Music 2005- y Las Pelotas sin Sokol no es lo mismo. Sin embargo, Sokol sin Las Pelotas era el mismo. Al menos aparentaba las ganas de siempre cuando tocaba con su nueva agrupación: El Vuelto S.A.
Jamás lo conocí en persona, ni conté con la posibilidad de entrevistarlo. Pero quienes sí tuvieron la chance afirman que el Bocha era un tipo común. Gracioso (con una sonrisa sincera y contagiosa), normal, un poco loco (esa locura sana) y sin aires de divo o de estrella de rock. El tipo cantaba en una de las bandas más populares de la Argentina, había formado parte de uno de los conjuntos íconos nacionales y, pese a eso, no se la creía: era un humilde trabajador de la música.
En 2008, decidió dejar -en medio del éxito- a sus hermanos de la vida para irse a tocar con su hijo. Para él, no importaba la fama. Sólo importaba el rock.
Este verano, a los 49 años, por esas razones que nunca comprenderemos, eligió dejarnos para irse a encontrar con un viejo amigo con acento italiano y seguramente, entre ginebras, revivir viejas épocas.
Cada año la vida nos golpea con una muerte injusta y temprana, y es usual que la figura del desaparecido se agigante (de hecho el comienzo de esta nota podría ser tildado de eso). Ahora surgirán nuevos y más fanáticos. Sin embargo, el público de siempre y aquellos que no eran fieles seguidores, pero disfrutaban con Las Pelotas, saben y recordarán que "Sokol era un excelente cantante".
Junto a Las Pelotas, cuando el Bocha se ausentaba del escenario el clima no era el mismo. Ni mejor ni peor: distinto. Sokol aportaba alegría, carisma y era el encargado de arengar al público pelotero en cada presentación.
Canciones como Bombachitas rosas, Hola, qué tal? o Día feliz jamás volvieron ni volverán a sonar igual desde su alejamiento del grupo.
Tuve la oportunidad de verlos en varias ocasiones –y a Alejandro cantar Ala delta con Divididos en el Pepsi Music 2005- y Las Pelotas sin Sokol no es lo mismo. Sin embargo, Sokol sin Las Pelotas era el mismo. Al menos aparentaba las ganas de siempre cuando tocaba con su nueva agrupación: El Vuelto S.A.
Jamás lo conocí en persona, ni conté con la posibilidad de entrevistarlo. Pero quienes sí tuvieron la chance afirman que el Bocha era un tipo común. Gracioso (con una sonrisa sincera y contagiosa), normal, un poco loco (esa locura sana) y sin aires de divo o de estrella de rock. El tipo cantaba en una de las bandas más populares de la Argentina, había formado parte de uno de los conjuntos íconos nacionales y, pese a eso, no se la creía: era un humilde trabajador de la música.
En 2008, decidió dejar -en medio del éxito- a sus hermanos de la vida para irse a tocar con su hijo. Para él, no importaba la fama. Sólo importaba el rock.
Este verano, a los 49 años, por esas razones que nunca comprenderemos, eligió dejarnos para irse a encontrar con un viejo amigo con acento italiano y seguramente, entre ginebras, revivir viejas épocas.
Cada año la vida nos golpea con una muerte injusta y temprana, y es usual que la figura del desaparecido se agigante (de hecho el comienzo de esta nota podría ser tildado de eso). Ahora surgirán nuevos y más fanáticos. Sin embargo, el público de siempre y aquellos que no eran fieles seguidores, pero disfrutaban con Las Pelotas, saben y recordarán que "Sokol era un excelente cantante".
6 comentarios:
Ayer me pasaron muchas cosas con esto...
Primero casi muero cuando en TN salió el "última noticia" y antes de decir el nombre dijeron, "lamentablemente tenemos que anunciar la muerte de uno de los personajes más míticos del rock", obviamente lo primero que pensé fue en McCartney y casi me muero...
Cuando finalmente apareció el Bebe Contepomi diciéndo que era Sokol no me sentí aliviada ni mucho menos. No me lo esperaba. Nunca fui fanática de él en si, ni de las Pelotas, pero si me considero una gran seguidora de Sumo.
No entendí bien de qué murió ni por qué mierda... lo que sí entiendo es que es un bajón... y que no se lo merecía.
En fin, estará ahora con Luca, cagándose de risa y tomando una ginebra en honor a los que todavía están entre nosotros...
Ya arrancamos mal en el año. El bocha se nos va el mismo día que Gabo de Babasónicos, hace ya un año.
Sin ser fanático, Las Pelotas me gustan bastante. Una sola vez los vi en el Quilmes, la gran noche de la reunión de Sumo. Y la impresión que me llevé es que el bocha se divertía arriba de una escenario. Con esa sonrisa, medio de nene.
Y nosotros abajo del escenario con esa misma sonrisa.
Consternada ante la noticia y triste porque me caía muy bien aunque confieso nunca escuche un disco entero de las pelotas.
Lo lamente por joven y por su talento, pero nos queda el aliciente, como cada vez que un artista muere, de su obra.
Saludos! gran post!!!
Conmovedor... eso describe a la publicación...
lamentable pérdida...
ya no quedan artistas como los de esa época...
Un gran y largo minuto de silencio por él...
de corazón...
Gracias por el post.
Coincido con lo que decís. COincido, después de haber visto a las pelotas, a las pelotas sin Sokol, a Sokol solo o cantando aladelta con divididos (yo tb estuve, no cabía en mi de la alegría) que las pelotas sin Sokol, no es lo mismo, pero Sokol sin las pelotas, seguía teniendo ese no se qué. Esa energía, podría llamarlo, que me voló la cabeza desde la primera vez que lo ví y para siempre.
Para mi, un poco del rock se murió con él.
yo creo que no está sonriendo... yo creo que se está cagando de risa...
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