Lovorne en el Teatrito - Viernes 4 de abril

Lo Pesado del Rock And Roll
Por Lucas.

Una vez más el espíritu de Pappo revoloteó por la Capital. Mientras miles de almas se conglomeraron en el estadio de River para el Quilmes Rock, el Teatrito albergó a menos de 100 personas (tiene capacidad para más de 500) que fueron a disfrutar de una tremenda banda de rock and roll.
La excusa para Lovorne era presentar el tercer disco Sexo, fierros y Rock And Roll. Sin embargo, los momentos de mayor adrenalina se dieron cuando la banda integrada por Luciano Napolitano (voz y guitarra), Guillermo Rouco (bajo), Matías Arman (batería) y Luis Robinson (Armónica) interpretó los clásicos del Carpo.
Las dos primeras en sonar, y sin pausa alguna, fueron Los bares y Re-puesto –ambas forman parte del primer trabajo, Rock pesado, de 2001-. Mientras Luciano alargaba los riffs del comienzo de Piel y hueso, el histórico presentador de Pappo tomó el micrófono para anunciar a los gritos a "la mejor banda de rock and roll". Con Por qué llegó el primer pogo de la noche, entre 7 y 10 personas comenzaron a moverse de un lado para el otro al instante en que los músicos exprimían con toda su fuerza a cada uno de los instrumentos.
Entre los pedidos del público y los gritos de Luciano para arengar a los presentes, siguieron cuatro potentes cachetadas de rock: Qué pasa por mi cabeza, El hombre suburbano, la canción homónima al flamante disco y Lo ideal –aquí por momentos la guitarra parecía estar hablando-.
No hay dudas de que el hijo del Carpo es todo un personaje en escena. "Es lo único que le queda bien a las mujeres", disparó Luciano antes de encarar Desnuda (ya con Luis Robinson arriba del escenario) y luego con su mano en los genitales rechazó el grito de alguien en el público que, en tono de broma, los tildó de "caretas" por versionar el tema de los mexicanos El Tri: Todo me sale mal.
"Hay que terminar a las 23 sí o sí", anticipó el cantante de voz gruesa y, ante la silbatina de la audiencia, defendió a los trabajadores del Teatrito: "No es culpa de los que laburan acá, sino de los putos de saco que se sientan atrás de un escritorio".
Al toque arremetieron con Blues local y Tengo una novia. En ese momento se puede decir que terminó la presentación del nuevo material y lo que siguió fue un tremendo homenaje a Pappo.
El tren de las 16, una versión más extensa de Juntos a la par, Pájaro metálico, Tomé demasiado, Auto rojo y Macadam 3,2,1,0, fueron parte de la seguidilla de clásicos.
Pasadas las 23, el cierre parecía llegar con Sucio y desprolijo y Fiesta cervezal. Cuando estaban a punto de cerrarles las cortinas, Luciano propuso un tema más: Buscando un amor. Pero sólo pudo escucharse a los instrumentos en crudo y a la gente cantando, ya que el sonido fue cortado. Prendieron las luces de la sala y quitaron por completo las del escenario. Mientras uno de los plomos de la banda discutía con el sonidista, Luciano quiso anunciar la próxima fecha y se dio cuenta que el micrófono estaba apagado. Luego de incansables señas para que se lo habilitaran, el cantante pudo pasar el chivo y señalando al encargado de la consola sentenció: "Que sea la última vez que me cortás el sonido, la puta que te parió".
Por supuesto que este pequeño percance no opacó la potente performance de Lovorne, que lamentablemente fueron pocos los afortunados que la pudieron apreciar.